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El nuevo talento no se adapta, se alinea para cuidar el ADN

El nuevo talento no se adapta, se alinea para cuidar el ADN

Cuando una organización decide construir su cultura de manera consciente y convertirla en la estrategia que sostiene su negocio, cada decisión de atracción de talento se convierte en una pieza clave del rompecabezas. No basta con sumar perfiles competentes: necesitamos personas que vibren con el propósito, que compartan las creencias, que hablen el mismo lenguaje […]

Cuando una organización decide construir su cultura de manera consciente y convertirla en la estrategia que sostiene su negocio, cada decisión de atracción de talento se convierte en una pieza clave del rompecabezas. No basta con sumar perfiles competentes: necesitamos personas que vibren con el propósito, que compartan las creencias, que hablen el mismo lenguaje y estén listas para sumar con coherencia al ADN de la cultura.

Mantener vivo el ADN cultural no es solo tarea de los que ya están; también es responsabilidad de quienes llegan. Cada nuevo integrante debe conectar con la esencia de la organización y entrar con disposición de aportar sin desdibujar lo que se ha construido. Esto es especialmente relevante cuando se trata de líderes: su forma de liderar debe estar alineada con el estilo que la cultura ha definido, aunque cada quien tenga su sello personal.

Los equipos de atracción y quienes toman decisiones sobre el ingreso de nuevos talentos tienen un rol estratégico. No pueden quedarse en la superficie del perfil: títulos, experiencia o respuestas preparadas en una entrevista. Su reto es mirar más profundo, conectar con el ser, identificar si hay afinidad real con los valores y detectar el potencial que esa persona puede desarrollar dentro de la compañía.

Atraer desde el propósito y no desde la urgencia es un acto de responsabilidad cultural. Significa ser capaces de ver más allá del momento y pensar en el impacto a largo plazo de cada contratación. Porque cuando elegimos bien, el talento no solo se adapta: florece, crece con la compañía y fortalece lo que somos.

En CUVICO creemos que una cultura sólida no se impone ni se cuida sola: se teje día a día con decisiones conscientes. Y atraer talento que respire esa misma cultura es una de las formas más poderosas de asegurar que nuestra estrategia siga viva, humana y en movimiento.

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